Biblioteca Popular José A. Guisasola



Yo estaba sentada tomando un café y leyendo unos poemas que cada tanto releo. A mi alrededor, la mayoría de las mesas estaban ocupadas y bullían las conversaciones. Se hablaba de todo: deportes, economía, política, moda, espectáculos. Parecían las secciones de un diario.

De pronto unas frases y ciertos tonos de voz me llamaron especialmente la atención. Pronunciaban las palabras con seguridad férrea, con autoridad innegable, como la que brota de la experiencia y el conocimiento.

Mientras tanto, la ciudad, el país, el continente, el planeta todo, se desplazaban en el universo infinito, como bailarines protagonistas de una coreografía estelar e imprevisible.

Tuve que interrumpir la lectura. No pude evitar seguir las alternativas de la conversación. Las voces navegaban por el aire, portadoras de palabras que, como saetas, hacía blanco en los oídos de todos.

—¡Es increíble!

—¡Es inaudito!

—Hoy en día la gente ya no tiene convicciones.

—Uno escucha a una persona decir una cosa y a los dos minutos ya dice otra completamente distinta.

—Hay una total falta de coherencia.

—Se cambia de opinión como de camiseta.

—¿Cómo puede ser que la misma persona responda a la misma pregunta de maneras tan distintas?

—¡Es que la mayoría de la gente vive como una hoja movida por los vientos, sin principios firmes, sin arraigo en una verdad última, sin fundamentos!

—¡O sumergida en un mar de inconsciencia!

—Si seguimos así, este mundo va derecho al caos.

Mientras pronunciaban las últimas frases, se incorporó al grupo un recién llegado y quiso saber qué había ocasionado tanta desazón entre sus amigos. Enseguida le explicaron.

—Mira con disimulo… ¿Ves esa mujer que está ahí, esa con blusa a lunares?

El recién llegado asintió con la cabeza.

—En distintos momentos, cada uno de nosotros se le ha acercado y le ha hecho la misma pregunta. Una pregunta fundamental para conocer la realidad en la que se vive. Y a cada uno le dio una respuesta distinta. ¡Es cosa de locos! ¡A cada uno, una respuesta distinta!

—¿Qué fue lo que le preguntaron?

—Algo simple, básico, elemental: “Por favor ¿me podría decir qué hora es?”


FIN



Del libro "Dejame ser la negra María y otros cuentos", Ediciones Abran Cancha



La obra

Este libro se compone de 13 cuentos cortos en los cuales la protagonista estelar es, sin dudas, la palabra. O mejor, el arte de combinar el sonido de cada palabra con otro.
El primero de los cuentos se llama como el libro, “Dejame ser la Negra María”, y trata sobre la pobre Ingrid, que tiene la piel blanca como la leche y todo el dinero a flor de piel, pero no sabe bailar. Y como todo llega algún día, cuando sobreviene el carnaval, ella se pinta la piel lechosa del color del carbón y sale a vivir su sueño.
El segundo cuento, “Una mujer alada”, narra la historia de una mujer que un día tomó la decisión y emprendió sin más lo más osado de toda su vida: cambiar de camino para ir al trabajo. Y como muchas veces la realidad tiene la medida del deseo, la mujer comenzó a experimentar sensaciones maravillosas como nunca una mujer sin alas había experimentado hasta allí.
“En tren de descubrimiento” es un relato sobre Joaquín Pandolfi, un juguetero, a quien siempre le desaparece su juguete más preciado: el tren con luces. La historia cuenta la investigación, cual Sherlock Holmes, que lleva adelante para dar con el cuerpo del delito.
Otros de los cuentos son: “Una vida sin fundamentos”, rara conversación que tienen en un bar varias personas, comentando uno tras otro sobre lo efímero que es el ser y el tiempo; y “Jugar a la mancha”, historia de un día en el que Zulema se dio cuenta de que podía fallar.
“¿Quién va a sacar las castañas del fuego?” es un cuento sobre el señor y la señora Resgúndez, dos millonarios holgazanes que sólo disfrutaban de comer y de hacer nada; “Una pareja bien avenida”, uno de una pareja despareja que se quiere ir de vacaciones y no sabe bien adónde; “Un viaje de películas”, el de una niña que toma el tren como si entrara a un vuelo imaginario; “Muñecas desatadas”, sobre un regalo de navidad que se sabe inanimado; y “La explosión de una pequeña partícula de risa”, el de un mundo (¿posible?) en donde los ómnibus son los reinos del malhumor, hasta que irrumpe la risa y todo se pone patas para arriba.
Los últimos tres cuentos son: “Se busca pirata”, uno con naufragios, garfios y amistades extrañas; “La verdadera enseñanza” e “Insista y sea periodista”, con las gracias que promueven los malentendidos.



Visto y leído en:

La página de Zapam Zucum
https://zapamzucum.wordpress.com/2014/08/25/una-vida-sin-fundamentos/
http://www.abrancancha.com/paginas/catalogo/guias/guias_pdf/guia_didactica_para_dejame_ser_la_negra_maria.pdf

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